Ediciones electrónicas

Múltiple órfico

Múltiple Órfico es un poema que consta de 180 versos. El término múltiple hace referencia a que el orden de los versos admite cualquier tipo de combinación. En la página siguiente se presenta una versión del poema; esta versión cambiará cada vez que se accione el botón que aparece al principio de la página.

(Hay una poesía que)... carece de medida absoluta. Adquiere las proporciones de la imaginación que impresiona: Puede llamarse la poesía de los poetas.
BÉCQUER

Maintenant, je puis dire que l'art est une sottisse.
RIMBAUD

No hay más realidad que la del canto
¿Qué tiembla así en lo inmóvil y qué vuelve?
Mientras brota la fuente y es magia la corriente
¡Oh siempre tú, secreto, mi mundo susurrado!

Apariencias que exalta la alegría
Mientras desaparezco y en ti vuelvo
¡Ay más y más mentiras, el recuerdo!
¡Y oh los cuernos del toro y de la lira!

Bacantes, todas juntas, sois ninguna
Sabed qué es un poeta. ¡Que muera si promulga!

El mundo aunque parece no ha acabado
Esa sonrisa ausente es un presente
Si el frío de los dioses nos absuelve
¿Volverá por detrás, en verdad, lo olvidado?

Callar tan sólo es curvar una sonrisa
Si parece que empieza lo que nunca diremos
Cantar nunca fue hablar, ¡oh cero abierto!
¡Ay quién si lo supiera no diría!

El feroz resplandor de las luces nocturnas
Arrastrad al poeta. Ya sabeis. Confabula

La verdad, virgen loca, se escapó por los prados
Tiembla la lira. Detrás nada se mueve
Si todo ha de crecer para otra muerte
¡Oh, el asombreo callaba! No estaba aún habitado

Descubrimos que es magia la distancia
Y todo vuelve a ser, viejo, un comienzo
Mirar hacia delante da más miedo
Pensar es tan inútil, ¡vida mía!

La corriente me arrastra. Son las furias
Denuncias al poeta. No dejeis que prorrumpa

En el bosque se ocultan los ensalmos
El rostro sin mirada y esa sonrisa ausente
¡Ay ojo sin pupila, único que me hieres!
¡Ay, te alabo, insalvable! ¡Qué secreto pecado!

Estás siempre existiendo, poesía
Pues ni iba ni venía el temblor quieto
La negación anuncia que se acerca algo nuevo
¡Oh el sí sin consecuencias ni premisas!

La locura que disipa las dudas
Maldecid al poeta, muchedumbres oscuras

Sólo escucho el silencio de este canto
La tierra con sus muertos insurgentes
Cuando con sus mentiras el amor enloquece
¡Oh, sí, joven y antiguo! ¡Oh tú, simple y extraño!

El mundo se decía en su mentira
Empieza a levantarse mi canto sin sujeto
Respetad el misterio. No mateis el secreto
¡Ay, donde nada adviene, donde más se sigila!

Bellas, terribles, las Ménades no escuchan
Condenad al poeta. No dejeis que os asuma

No importan los dolores. Queda el canto
Arcaico y coronado de móviles serpientes
Cuando en Otoño el oro da otra roja simiente
¡Oh tú, entre olor a nardos, y sangrando, y sangrando!

¡Flores desde la tierra, muertes desde la vida!
Cuando la brisa irisa su flotante cabello
Todo es un resplandor. Todo es cierto. Da miedo
¡Ay, el mundo debiera mostrarnos su alegría!

La tromba nos arrastra y arrebuja
Devorad al poeta. Ya sabeis lo que anuncia

Si los dioses escuchan también callo
Llegará el que te afirme despensándote siempre
Anterior a los hombres ya, la música crece
¡Oh flores de que enferma el cardo exacto!

Las palabras son sueños de las que el canto exilia
En donde está mi centro de giratorio espejo
Lo que veo y no veo, poeta sin misterio
¡Ay, ay!, si lo remoto fuera sólo ironía

Un total luminoso de pronto se derrumba
Perseguid al poeta y a su sombra insepulta

Si muerdo las palabras masco el canto
Tempestades de flores y de olores silvestres
¡Tan bello es lo que existe! Mas ¿qué traición envuelve?
¡Sí, naceré de la nada, bendiciendo el naufragio!

Los árboles no sólo crecen hacia arriba
Una virgen danzando se desprende del cieno
Buscamos lo que somos -ya fuimos, sin saberlo
¡Pues existen aún las lejanías!

El mundo está vacío, ¿qué retumba?
Renegad del poeta y de su investidura

El cero es un suspiro mal cantado
Siempre es lo desigual lo que nos mueve
¡Oh, el poeta lo sabe! Los versos son serpientes
Cualquier brote, ¿no es cierto que da siempre a luz algo?

Nubes en desbandada que huyen, no perseguidas
Una gracilidad se dibuja en el cielo
Oro ver de los tilos, delicia del momento
Y otra vez pensaré pues en profundo el día

Parece una locura sólo porque deslumbra
Fusilad al poeta y limpiad lo que enturbia

No cantabas el mundo. El mundo en ti era canto
Quien debiera venir es el que nunca viene
Siempre cabe pensar una nueva mentira
El etcétera es un río que desemboca en cero

Es la historia perdida, soñada entre asfodelos
Detrás de lo visible, ¿qué existe, luz vacía?
La vida sin perdones reina de tumba en tumba
Detrás de lo visible, ¿qué existe, luz vacía?

La vida sin perdones reina de tumba en tumba
Escupid al poeta que tanto se empluma

No es esperanza lo que alegra el canto
Siempre es lo desigual lo que nos mueve
Y al alabar, ¿qué anuncio? ¿será mi propia muerte?
Pues adelante no hay nada. Sólo, abierto, el espacio

Si los dioses rieran todo lo destruirían
Pues si contara el tiempo no existiría el cuento
Matemática Urania, ¡qué celeste es tu juego!
¡Oh, los lirios se ponen de pronto en pie y dan vivas!

¿Adónde me conduces, amor, mi muerte pura?
Colgad vivo al poeta. ¡Que todo el mundo escupa!

No pregunteis que pienso. Me he perdido en mi canto
La verdad no es eterna. Tambien la noche muere
Pese a que nuestros cantos pecan de intermitentes
¡Ay, prolonga el encuentro sin llamarlo un hallazgo!

Lo real siempre nace con la luz imprevista
¿No remontan los versos contra-corriente el tiempo?
La extensión nos engaña. Procura ser intenso
¡Si cupiera una duda! ¡Si hubiera una rendija!

Poco importa el deseo. Quiero al que me consuma
Patead al poeta, y oid qué refunfuña

¿Es posible decir en esta luz aún algo?
No existe nada oculto, misterio transparente
Y ene es resplandor el mundo se desmuere
Confieso mi impotencia. Lo claro es lo más raro

El mundo ante el espejo se compone ya se riza
Cuando veo con los ojos del otro mi deshielo
Poderes no damados, leyes en que me pierdo
¡Ay poeta, en el torrente, tu cabeza perdida!

No me expulseis, bacantes. Sed algo que me impulsa
Coronad al poeta con espinas y pullas

Cuanto existe contiene su doble y su contrario
La vida no se va. Siempre es algo que vuelve
Mientras vas a lo muerto sin pensar mayormente
Sigamos por si acaso, serpentinos, dudando

En la respiración que no tiene medida
En la luz iluminante del sin fondo y sin eco
¡Oh terror de la luz! ¡Oh para nada abierto!
¡Oh sí, tú eres perversa, serpiente, melodía!

Arrastradme en el barro. Consumidme en la bulla
Estrujad al poeta. Negadle toda altura

Esta palpitación no es todavía el canto
El principio es un germen; lo total, sólo muerte
Pues en la transparencia, ¿qué oculta el transparente?
¡Oh claridad, careta de un dios aún no nombrado!

Desrrizo el laberinto sin hallar la salida
Olvidamos que no somos números enteros
Nos descubrimos uno porque el cielo es un cero
¡Tan joven, pese a todo, es la sabiduría!

¿A qué tanto tumulto? Soy vuestra luz oculta
¡Desmembrad al poeta! Romped lo que articula

El vuelo no es el canto. Me exalto en lo parado
Ciertas insinuaciones son más que suficientes
Entre el todos y el nadie mi 'interminablemente'
¡Oh sucesos en la nada, y en la fija, el espanto!

Se escapa sin pensar por una espira
Cuando ya no se juzga y es tan bello el 'suspenso'
¡Oh el momento en que vivo! ¡Qué destructivo incendio!
¡Ay tú que dudas, débil, no afirmas, sólo gritas!

Vosotras, ondulantes, sois sólo una luz turbia
Reiros del poeta y adornadlo con trufas

Conten la voz un poco. Se vuela más callando
Lo dado es sin perdones lo feroz para siempre
Mientras se canta y centra la luz en lo que inquiere
¿Y si al hombre no fuera más que un entreacto?

Lo presente, por ser, es sin más una dicha
Mientras callan los versos susurrándose besos
¿Qué fuente no quisiera detener su lamento?
¡Oh libertad, corriente que ríes entre quejas!

Me adulan al odiarme. Su herida me estimula
Restregad al poeta, que bien muerto reluzca

El vértigo del canto me está paralizando
La belleza se muestra y el delirio se enciende
Y en lo anterior al hombre, ¡ay, la música crece!
¡Ay, tanto más culto cuanto más fue pensado!

Entre el oro y el rosa cierta luz indecisa
Cuando es de noche y rompe la mar en nuestros versos
Rapidez intangible, beso sin labios, viento
La mañana sin ojos me da los buenos días

¡Llevadme, sí, llevadme! Sois lo que en mi murmura
Destrozad al poeta, ¡y al viento sus basuras!

Manuscrito donado por el escritor Félix Maraña

 
Logotipo Gipuzkoa.net. Pulsar para ir a la p�gina de Gipuzkoa.net